
Son muy efectivas también algunas técnicas rápidas si se hacen a menudo.
Una de ellas es tan sencilla como subir rápidamente las escaleras; al hacero sometems al cuerpo a una demanda fisica que activa los mismos canales cerebrales que se ponen en funcionamiento con la tensión, el organismo recibe entonces el mensaje engañoso de que tiene que recuperarse, y en consecuencia se relaja.
Otro método fácil de hacer es la relajación controlada: se fuerzan al máximo los músculos de la cara durante cinco segundos y luego se relajan, se hace lo mismo con los del cuello y los hombros, y con los brazos y piernas, que también sacudimos para liberar tensiones innecesarias.
Texto extraído de la revista MENTE SANA
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