martes, 4 de diciembre de 2012

SWADHISHTANA "EL CENTRO SAGRADO"


"La llave de la autoestima"
 
 
 
El segundo chakra está situado sobre el pubis por delante, a unos cuatro centímetros por debajo del ombligo, y en el abultamiento del hueso sacro por detrás y rige energéticamente los órganos sexuales, el sistema inmunológico, el sistema urinario y el aparto reproductor.

Su nombre en sánscrito es Svadisthana y su significado es dulzura. En este centro energético es donde nace la dualidad, la polaridad de las dos energías, del yin y del yang. Este chakra nos da la oportunidad de equilibrar los opuestos en nosotros mismos, muy relacionado con el intercambio que se realiza mediante la energía sexual de la que hablaremos más adelante.

Se representa con un loto de seis pétalos con un círculo y una media luna de color blanco y sus divinidades hinduistas son Rakini y Visnú.

Los taoístas llaman a este chakra el hara, y lo trabajan con intensidad para reforzar el control y acumular energía en él. Respecto al símbolo hinduista con un loto rojo de seis pétalos, podemos relacionar el número seis con los seis nadis fundamentales.Además. el seis está vinculado con la creación, ya que el universo fue creado en seis días. La media luna es muy representativa de este chakra, ya que la luna actúa sobre las mareas al igual que sobre los ciclos menstruales de la mujer.

El segundo chakra se considera la llave de paso que va regulando cuánta energía poner en una u otra situación para así poder llegar al equilibrio de todo. Es el canal por el que la energía se va modulando en una u otra dirección.

Nos ayuda a poner los límites y ocupar el espacio que nos corresponde por derecho propio, al igual que nos avisa cuando estamos siendo invadidos.

Las personas que sufren algún episodio de violaciones o abusos sexuales, están manifestando una clara invasión de su campo energético, hasta tal punto de invadir su cuerpo físico.

La anorexia y la bulimia o cualquier otro trastorno de la alimentación, también estaría relacionado con el segundo chakra. De nuevo, la falta de autoestima y la mala utilización de nuestra llave de paso para equilibrar nuestra energía hacen que distorsionemos la realidad y nos vemos a nosotros mismos con una imagen que nos genera rechazo. Una vez más, estaremos ante ausencia de presencia en nuestro cuerpo, una falta de reconocimiento de nuestro cuerpo tal cual es y una proyección de imágenes negativas sobre nosotros mismos que se traducen en una patología importante y con graves consecuencias a todos los niveles.
 
Además de la autoestima, el segundo chakra es el centro energético más creativo del cuerpo. en este lugar del cuerpo es donde se genera la vida (útero), donde se crea. Todas las artes creativas estarían relacionadas con este chakra. Es el que nos conecta con la creatividad en todos los aspectos de nuestra vida y quien nos recuerda nuestra capacidad creadora, quien nos conecta con la esencia de la vida.
 
Actividades como pintar, cantar o crear en cualquiera de sus acepciones, activarán nuestro segundo chakra y además, nos conectarán con el disfrutar de la vida, como cuando éramos niños y no parábamos de jugar y crear mundos disfrutando de cada una de nuestras creaciones y sintiéndonos orgullosos de ellas.
 
Los niños, representan la capacidad creadora por excelencia. Nuestros hijos es la mayor obra de arte que podamos crear en toda nuestra vida y es a través del segundo chakra donde se gesta, a través de nuestro aparato reproductor.
 
La sexualidad es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociados a la manifestación de nuestra energía sexual. Así, el segundo chakra y la energía sexual que hay en él intervienen en la forma en que nos vemos a nosotros mismos, nuestra autoestima, y en nuestra relación con los demás.
 
Cuando tenemos una pareja con la que mantenemos relaciones sexuales, nos fundimos en el mismo campo energético. A partir de ese momento compartiremos el mismo campo energético y será más sencillo percibir lo que siente el otro, para bien y para mal, tendremos que aprender a manejar no sólo nuestra energía sino también la de nuestra pareja.
 
Las personas que tienen muchos encuentros sexuales esporádicos con diferentes personas, según algunos autores, es más probable que tengan una manera más caótica de manejar su energía, ya que no sólo estará manejando su energía, sino la de todas sus parejas sexuales. Es cierto que cuanto menor es la vinculación emocional, menor es el lazo energético que nos une, pero aún así esa influencia energética estará presente en nosotros durante unos siete años.
 
Siguiendo con la relación entre los chakras y la edad, el segundo chakra se correspondería con los 14-21 años, es decir nuestra adolescencia. Durante esta edad, comenzamos a descubrirnos sexualmente tanto a nosotros mismos como a los demás, las hormonas nos revolucionan y estamos sexualmente más activos. Este chakra volverá a tener su máximo auge desde los 56-63 años que muchos llaman la segunda adolescencia.
 
El foco principal donde residen el segundo chakra es la zona del pubis, pero también tenemos zonas reflejas en el resto de cuerpo como por ejemplo loas antebrazos, boca y dientes o gemelos. En estas zonas también podemos estar recibiendo avisos de estar manejando mejor o peor nuestra energía del segundo chakra.
 
En cuanto a los sistemas que rigen el segundo chakra en nuestro cuerpo, se encontrarían principalmente el aparato reproductor, como ya hemos comentado, los riñones, el sistema inmunológico, la vejiga y el sistema urinario.
 
Es importante destacar que, muy relacionado con el sistema urinario y la vejiga, el elemento del segundo chakra: el agua. El agua es dadora de vida. Tres cuartas partes de la Tierra están cubiertas de agua, al igual que casi tres cuartas partes del cuerpo humano son agua.
 
El agua representa las emociones y nuestro sistema urinario modula, con esa llave de paso que caracteriza al segundo chakra, la entrada o salida del líquido de nuestro cuerpo, es decir, de nuestras emociones. Es por eso que cuando somos niños tendemos a controlar menos nuestras emociones. Estamos empezando a experimentar con el mundo y por tanto a veces expresamos las emociones de manera desbordada al igual que desbordamos nuestras camas al no controlar aún nuestro sistema urinario. Son llamadas de atención que muestran la necesidad de soltar las emociones y generalmente está relacionado con las emociones que están experimentando sus padres en ese momento.
 
El segundo chakra tendría la función de regar nuestras raíces, de regular cuántas emociones suelta y como debe nutrirlas. Soltar mucho líquido es una forma de marcar los límites, el territorio que estamos intentando defender, igual que hacen los animales. El meridiano de vejiga, situado en el dedo meñique del pie, tendría relación con todo esto.
 
Nuestro sistema de chakra hace que nuestro primer y séptimo chakra sólo tenga una puerta por donde entra o sale la energía. En cambio, los cinco chakras restantes, son dobles y funcionan como llaves que van modulando y equilibrando las dos fuerzas que se van juntando en nuestro interior. Tanto por delante como por detrás, los chakras son puertas de entrada y de salida. Generalmente vamos tomando la energía desde delante, tiene la función principal de receptor de energía, es como recibir energía del futuro. En cambio, los chakras posteriores estarían más relacionados con el pasado, con todo lo que vamos dejando atrás.
 
Muchas veces nos enmarañarnos en buscar explicaciones muy complicadas a mensajes sencillos. el cuerpo tiene todas las claves para explicarnos todo lo que nos ocurre o cómo lo podemos gestionar de la manera que más nos beneficia, pero hay que aprender a hacerle caso y escucharle y leerle con detenimiento.
 
La zona de los riñones acumula nuestra energía ancestral, ya mencionada en el primer chakra. en los riñones tendríamos la herencia energética de nuestros ancestros y es donde se encuentra el programa y los patrones familiares.  Ya que está relacionado con la familia, también nos aporta el sentimiento de ubicación y de formar parte de algo, nuestra referencia en el mundo. Por eso, como comentábamos anteriormente, el segundo chakra nos da las pistas de si estamos ocupando o no nuestro espacio y de si estamos poniendo correctamente nuestros límites con los demás.
 
Texto extraído del libro:

Chakras, el camino del equilibrio
Almudena Martín e Irene Martín
 




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