Nuestro organismo dispone de un sistema auto-curativo que, entre otras muchas funciones, produce, en dosis precisas y en el momento adecuado sustancias con propiedades antibióticas, analgésicas, antidepresivas o inmunomoduladoras. Sin embargo, y puesto que todas las células de nuestro cuerpo viven interconectadas en nuestro océano interior, los pensamientos angustiosos, de inseguridad o temor que a veces tenemos pueden interferir en la coordinación de nuestro cerebro con los sistemas nervioso, inmunitario y endocrino, alterando o impidiendo la tarea de curación.
En el otro plato de la balanza, las emociones y pensamientos constructivos contribuyen positivamente en estos procesos auto-curativos.
Mente Sana
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