El maestro Dogen Zenji, fundador de la doctrina zen, dejó escrito en torno a esta antigua forma de vida basada en el Budismo:
"No se trata de querer detener los pensamientos,
sino de dejarlos pasar como nubes en el cielo,
sin oponerse a ellos"
En definitiva, la filosofía del no deseo de adquirir, del no provecho, de dar sin esperar nada a cambio, de dejar atrás las prisas, las tensiones, el estrés, las incomodidades de nuestra alma y una vez abandonado todo, no tener miedo a perder lo que dejamos atrás. Es la filosofía de la búsqueda en el interior del alma, del corazón y del espíritu.
El liberarnos de los miedos, de la angustias, de los temores y renovar la energía vital que preside nuestro andar por la vida. Es, en definitiva, el camino de la sabiduría.
La única pretensión de las grandes enseñanzas zen de los grandes maestros es la de acercar nuestra alma a lo más profundos de nuestro ser. ¿Cómo es posible en los tiempos modernos vivir en plenitud? ¿De qué manera se consigue apaciguar nuestro cuerpo y nuestra mente para alcanzar nuestro bienestar en medio del ajetreo mundano que nos rodea?
La mayoría de los hombres vivimos en un vaivén de altibajos vitales que hemos de lograr apaciguar.
La vida es una escalera constante presidida por el aprendizaje y no por la lucha.
El camino de la sabiduría es la enseñanza al arte de vivir porque como dijo el maestro:
"Sólo si conoces quien eres,
encontrarás la paz y la felicidad
que andas buscando"
Thomas Amari
Fragmento sacado del libro
"El camino de la sabiduría"
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