
• Cuando las piernas están cruzadas, las rodillas deben estar más abajo que la pelvis.
• Si la sesión de meditación es muy prolongada, es bueno estirar las piernas por unos minutos cuando comiencen a adormecerse, y luego regresar a la postura elegida.
• La espalda debe estar erguida, pero siempre relajada y jamás rígida.
• La nariz debe estar alineada con el ombligo.
• Los brazos deben estar sueltos.
• Los hombros se deben mantener a la misma altura.
• Una vez asumida la postura, es conveniente tomarse unos minutos antes de empezar a meditar para observar y sentir el cuerpo.
• Al terminar de meditar, hay que salir de la postura elegida lentamente, porque si la sesión ha sido larga, el cuerpo se endurece.
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